Este todoterreno llamado RoxDawg Abnormal cuenta con un avanzado chasis capaz de extenderse, además de ser totalmente adaptable para escalar paredes verticales y terrenos que estén plagados de rocas. Su creador es el propietario de la firma Rock Dawg, Alec Yeager, que ahora ha sido rebautizada como RoxDawg. Y el Abnormal es su último diseño, fruto de su experiencia acumulada durante años diseñando este tipo de todoterrenos extremos concebidos para la exigente disciplina offroad del rock crawling.
El RoxDawg Abnormal viene siendo una evolución de anteriores rock crawler diseñados y fabricados por este granjero de Nebraska que hace cinco años se jubiló y ahora se dedica por completo a crear estas máquinas trepadoras de rocas. Cuenta con sistema hidráulico capaz de extender su distancia entre ejes. Logra hacerlo de manera independiente: puede ampliar el eje delantero, el trasero, o ambos a la vez, llegando a alargar su batalla más allá de los 5 metros.
También es capaz de aumentar la distancia al suelo varios metros, lo que igualmente hace de forma independiente logrando ajustar a diferentes alturas el eje delantero, el trasero o los dos. Esto permite que no se quede encallado al trepar sobre rocas y paredes verticales. Aún hay más, porque asimismo puede inclinarse hacia los lados, repartiendo el peso según el obstáculo lo requiera.
Como ya es costumbre de este tipo de vehículos todoterreno, el Abnormal no cuenta con carrocería: su chasis tubular y mecánica queda a la vista, así como todo el mecanismo que lo hace extensible en altura, longitud o inclinación. Posee unas ruedas direccionales independientes, siéndolo también la suspensión 4×4, y diferenciales de bloqueo en ambos ejes, además del central.
En su interior está equipado con dos baquets de competición con arneses, dispone de diferentes paneles para ajustar su sistema hidráulico e ir variándolo mientras acomete rocas y demás obstáculos. “Es muy sencillo de manejar”, explica su creador señalando las no pocas palancas del sistema.
Para moverlo han seleccionado un motor Volkswagen turbodiésel de 1.9 litros, que va refrigerado por un enorme radiador equipado con 16 ventiladores. El objetivo es que, si se rompe alguno, pueda seguir enfriando la mecánica y que el Abnormal siga escalando paredes como si nada.