La firma china Geely ha desvelado su nueva tecnología llamada Leishen EM-I, se trata de un nuevo Sistema híbrido cuyo objetivo principal es un consume medio de 2.62 L/100 km mezclando motor de combustión con un Sistema eléctrico. De acuerdo con las pruebas que han ofrecido a los diferentes medios, Geely afirma que podría ofrecer una autonomía combinada de hasta 2,390.5 km.
Con esta tecnología pretenden competir de manera directa con su compatriota BYD, quienes el pasado mes de marzo lanzaron una nueva generación de híbridos enchufables que anuncian un consume de 2.9 L/100 km incluso con baterías descargadas y una autonomía de hasta 2,100 km con la batería y el tanque de gasolina hasta arriba. Geely asegura que estos motores tendrían una eficiencia térmica del 46.5%.
Debemos recordar un detalle importante, en China es habitual utilizar el Sistema CLTC para homologar consumes (un sistema mucho más permisivo que el WLTP utilizado en Europa o el EPA habitual en Estados Unidos. Aun así, 2,390 km en CLTC equivale a una autonomía de unos 1,960 km en WLTP, mientras que los 2,100 km que anuncia BYD en CLTC serían unos 1,722 km.
Geely presentará este mes de noviembre el primer vehículo que utilice esta tecnología, el crossover Galaxy Starship 7, además de los Galaxy L6 y L7.
Esta competencia entre estas dos empresas automovilísticas es una muestra de las grandes habilidades de los fabricantes chinos, que no solo están desarrollando tecnología puntera para la industria y cuenta con avances en baterías, sino también la capacidad de desarrollar autos en plazo más cortos. Posiblemente es una de las grandes diferencias con respecto a Occidente en estos momentos.
Además, debemos mencionar que Geely es propietaria de Volvo, Lotus, entre otras marcas (dejando a un lado Polestar por ser 100% eléctrica, así como Smart, joint venture con Mercedes). Geely ha confirmado que las tecnologías Leishen híbridas llegarán a estas marcas.
Algo interesante es que, en teoría, esta tecnología también estaría presente en modelos del Grupo Renault. Esto se debe a la gran relación directa entre ambas: la joint venture Horse, con sede central en Madrid.