El rey Mohamed VI de Marruecos es la única persona en todo el mundo que puede darse el lujo de disfrutar de un superdeportivo que se ha fabricado en su país. Se trata del Laraki Sahara, una joya del fabricante Laraki, cuya empresa fue fundada en 1999 por Abdesslam Laraki, quien da nombre a la firma, un empresario que ganó una fortuna con el negocio de la importación de vehículos y que hace 25 años decidió emprender la aventura de crear su propia marca de vehículos.
Laraki decidió escoger el mercado de los superdeportivos lanzando al mercado modelos como el Fulgura, el Borac y el Epitome, que se han desvelado en eventos como el Salón de Ginebra y el Concurso de Elegancia de Pebble Beach que forman parte de la historia de Laraki, ahora bajo el mando del hijo del fundador, del mismo nombre.
El Laraki Sahara es un superdeportivo que, al igual que el resto de los autos que han sido creados por la compañía, ha sido fabricado y diseñado en Marruecos, a excepción del motor, que es importado y, por lo general, suelen ser propulsores V12 de Mercedes Benz.
Este Sahara fue lanzado al mercado en 2018, al contrario de sus predecesores, le han montado un propulsor V8 de origen Chevrolet que llega equipado en modelos como el Corvette. El motor ha sido modificado para que logre producir una potencia máxima de 1,550 CV, permitiéndole lograr el 0 a 100 km/h en menos de 3.5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 310 km/h.
En el apartado estético, es sumamente llamativo, con una sección frontal alargada, de aspecto agresivo, un imponente spoiler en su parte delantera, grandes tomas de aire, un difusor aerodinámico trasero, un eje trasero bastante ancho y unas llantas enormes, con un techo bajo y unas ventanas laterales bien pequeñas.
En su habitáculo, fue dotado de un excelente acabado en un cuero exclusivo en su cabina, con un volante de diseño deportivo como era de esperarse. Para el infoentretenimiento cuenta con una pantalla un tanto generosa y un par de asientos deportivos.
Lo más impresionante es que de este Sahara solo se han construido dos unidades, y es que el auto del que apenas han ofrecido información y que son muy pocas las veces que se ha dejado ver al público, ambos ejemplares fueron adquiridos por Mohamed VI, rey de Marruecos.