Para aquellos que no confiaban en los vehículos chinos, según un estudio de octubre de 2024 ya existían unos 468 modelos totalmente eléctricos (excluidas las furgonetas comerciales y los autos comerciales ligeros), de los cuales 267 son de fabricación china (el 57% del total).
El gigante BYD arrancó a producir autos hace tan solo 22 años, con vehículos que eran copias del mercado occidental y de bajos estándares de calidad. Tras unos años, mientras otros fabricantes de autos se enfrentaban a problemas de pandemia y semiconductores, BYD aceleró sus planes convirtiéndose en líder en su mercado nacional. Para 2023 logró superar las ventas de Volkswagen y paso a ser la marca preferida en China.
Su estrategia ha consistido en dirigirse tanto al mercado de los vehículos eléctricos como al de los híbridos enchufables con software de vanguardia, infoentretenimiento y buen rendimiento de las baterías. Sus ventas pasaron de 427,300 unidades en 2020 a 2.89 millones el paso año, esto sin tomar en cuenta los volúmenes de otras marcas de BYD, como Denza y Yangwand.
Hasta septiembre de este año, BYD y todas sus marcas vendieron 2.75 millones de unidades, un 32% más, de las cuales 1.7 eran autos eléctricos puros, un 12% más.
¿Cómo lo han logrado?
El éxito de BYD recae en dos razones principales, la primera es la competitividad de precios, un resultado no solo del fuerte apoyo del Gobierno chino, sino también de la producción nacional, lo que le permite reducir costos y tiempo y asegurarse la pieza clave de todo auto electrificado, las baterías.
La segunda razón es su estrategia. Al estar presente tanto en el segmento de los eléctricos como en el de los híbridos enchufables, BYD se ha convertido en la oferta más complete para quienes quieren pasar de los vehículos con motor de combustión a los electrificados. Su gama es tan diversa que ya es tan grande como la de Renault, Ford o BMW, y mayor que la de Mazda, Mitsubishi, Skoda u otros.
En 2023, el 95% de las ventas totales de BYD Group procedieron de China. Como sus autos cumplen las normas mundiales, está abriendo camino en otros mercados. Hasta el momento, los mayores avances se han producido en el Sudeste Asiático y América Latina, pero BYD sabe que para convertirse en un verdadero actor global debe ampliar su presencia en el continente europeo, ya que en Estados Unidos está prácticamente vetada.